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24.5.11

El estilo "Snob"



Como no paran de repetirnos en todos los medios, estamos en crisis. Y en tiempos de vacas flacas, ya se sabe que lo mejor es invertir en clásicos. Quizás ese es el motivo del regreso del  “gentleman” que hemos visto durante los últimos meses, tanto en las pasarelas como en la calle.
En el caso de los hombres, estamos hablando de los trajes sastre, de los abrigos de doble botonadura, de los zapatos de cordones, los trench y complementos como pañuelos de bolsillo, sombreros, tirantes, ...
Sin embargo, aunque se trata de grandes clásicos, no los hemos visto en su versión más aburrida, sino actualizados y con cierto punto de originalidad.
El objetivo es convertirse en el perfecto gentleman inglés, pero añadiendo borbotones de personalidad y algunos toques de extravagancia. Es entonces cuando hablamos del “estilo SNOB”. 

En algunas ocasiones se ve esta tendencia en una mujer. En ese caso, son looks sofisticados y masculinos.


Los tejidos son nobles, a la manera tradicional: lanas, sedas, fieltros, ante y cuero, y los hemos visto en sus representaciones más clásicas: espiga, tartán, paisley, príncipe de Gales, ...

Sobre la pasarela milanesa, hemos visto los trajes con estampado tartán y pajarita en D&G.
 
En Nueva York, Michael Kors nos ofrece un hombre rescatado de los años 60 que utiliza jersey de cuello vuelto, traje de pana, sombrero borsalino y gafas de pasta.

En Junya Watanabe modernizan el clásico traje de príncipe de Gales.




En esta tendencia, tienen un especial protagonismo los complementos. 

No se puede hablar de estilo snob sin pañuelos en el bolsillo del blazer o al cuello, tirantes, sombreros borsalinos, boinas sacadas de la campiña inglesa, gorras, o incluso, bastones.


 En el desfile O/I 2011 de Dsquared se vieron tirantes.



El estilo snob conlleva también una vuelta a la tradición, no solo en los tejidos y estampados, sino también en la manufactura de las piezas. Se busca una mezcla de artesanía y calidad. Los zapatos, mocasines, de cordones o abotinados, son cosidos a mano y están hechos con los mejores cueros y ante. 

De la misma forma, se vuelve a la sastrería a medida para los trajes y camisas. En las pasarelas Otoño/Invierno 2011, las camisas clásicas brindaron un toque final. Los cuellos se hicieron notar – ya sea pequeños, en punta, con cinta, muy almidonados o redondos –demostrando que los detalles de diseño tradicionales pueden parecer nuevos cuando se mezclan con otros contemporáneos.
 






LOS "SAPEURS"

Dentro de esta tendencia, se podría enmarcar el fenómeno de los “sapeurs” congoleños.  
Los Sapeurs nacieron en Bakongo de Brazzaville, la capital de la República del Congo, expandiéndose más tarde por todo el país. 


Dicho movimiento se define por "la importancia de ser elegante", cuya definición, para ser más precisos ,viene del slang francés “il est bien sape” de donde se sacó la definición de SAPE.

Pero no cualquiera puede ser un Sapeur, existen unos requisitos que se consideran imprescindibles: una altura mínima de 1,70 cm y un rostro sin defectos visibles.


Estas exigencias físicas se complementan con las normas de elegancia establecidas por la SAPE sobre la combinación de colores en la vestimenta, los hábitos en la manera de caminar e incluso la actitud y manera de comportarse de forma correcta y expresarse con un lenguaje refinado y elegante.


La importancia de los colores es vital para ser un Sapeur: empolvados, mezclas de colores ácidos, ya sea el traje, la corbata, los calcetines...todo ello perfectamente estudiado y cuidado.

La influencia de los sapeurs ha llegado también a las pasarelas.

















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